INFORMACION PROPIA
EDITORIAL
HABLAR SOBRE LAS TUMBAS
Se dice que no es elegante hablar mal sobre la tumba de un muerto reciente. Sin embargo, el fallecimiento de Ronald Reagan y la total falta de crítica a este personaje de los medios estadounidenses sí que merece un comentario.
A través de la cobertura de la muerte de Reagan se puede ver cuán conservadores y acríticos se han vuelto los medios de comunicación norteamericanos en los últimos años.
Ya no se trata de los grandes (FOX, Washington Post, etc.), claramente escorados a la derecha, sino en general de todos medios que recordaron sólamente al "gran comunicador".
Dejaron fuera de la esquela al político que lideró la revolución conservadora que más daño causó al tejido de las sociedades de medio mundo, a aquel que promovió la contrainsurgencia en Centroamérica con el resultado de miles de muertos y lisiados, así como de millones de desplazados, quien despreció a los enfermos de SIDA, negándoles fondos, respeto y apoyo, a la persona que invirtió millones de dólares para defensa y dejó un déficit en su país que afectó al mundo.
Aquel que terminó su presidencia entre acusaciones de todo tipo.
Preso del Alzheimer perdió la memoria de todo aquello que hizo.
Incluso de lo que hoy se ve como positivo en su presidencia: el acercamiento a la URSS y el desmantelamiento de la "cortina de hierro".
Si los grandes medios norteamericanos olvidan, hay gente que aún tiene memoria y nunca olvidará.
Una disculpa por hablar sobre la tumba de un muerto, pero no recuerdo que nadie haya pedido perdón por haber causado miles durante el mandato de Ronald Reagan.
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