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INFORMACION PROPIA
EDITORIAL
CABALLOS DESBOCADOS CORRIENDO SOBRE EL LODO
Hoy no voy a hablar de comunicación, sino de política mexicana.
Pensé que con el PRI se habían acabado todas las malas prácticas políticas en México. Para mi sorpresa, no sólo no se han ido sino que se han reeditado tristemente en el partido que ahora gobierna el país: el PAN.
Entre perpleja y desencantada, la sociedad mexicana ha visto cómo en los últimos días el secretario de energía, Felipe Calderón, ha renunciado a su cargo después del "regaño" de Vicente Fox por haberse manifestado abierto a buscar la candidatura del PAN para las elecciones presidenciales de 2006.
Calderón es el último nombre que se menciona del gabinete foxista para este puesto, una vez que Santiago Creel y Ernesto Derbez han dado a entender, en un lenguaje propio de las catacumbas del priísimo, que ellos también estarían dispuestos.
Pero no sólo estos tres personajes, sino Carlos Medina, Francisco Barrio y Martha Sahagún también disputan tan preciada candidatura.
Todo esto es escandaloso porque los políticos primero se encargaran de llenar sus ambiciones personales, en lugar de trabajar por un país con tantas necesidades.
Vicente Fox ha terminado su presidencia.
A partir de ahora, será el convidado de palo de una disputa feroz de sus subordinados, antiguos compañeros de lucha y... de su propia esposa.
Fox no entendió el papel que le preparaba la historia, nunca comprendió su poder y lo desechó tristemente en cosas futiles... y ahora ni en su propia casa puede ejercer ninguna potestad.
Las facciones del PAN se pelean por los trozos más grandes del poder. No hay que esperar a que termine el sexenio foxista para saber que ninguno de los grandes planes propuestos llegará a buen puerto, dejando al país en el marasmo político y económico.
Y han sido los hoy precandidatos quienes han tenido gran parte de la culpa de que esto haya ocurrido. Sí, la oposición del PRI y el PRD tampoco son blancas palomas, pero los principales responsables, es decir, quienes tienen el poder ahora y lo han tenido en los últimos años, no han hecho nada, lo han dejado todo hecho un lodazal.
Calderón: Reforma energética, cero.
Derbez: política exterior y ayuda a los mexicanos en el exterior, cero.
Creel: Reforma política, cero.
Medina y Barrio: interlocución política, cero.
Sahagún: sus deberes, cero.
Por eso digo que estamos presenciando unos caballos desbocados corriendo sobre el lodo.
Lo que minusvaloran los políticos mexicanos es el aguante de la sociedad. Más de una vez, movimientos civiles han echado no sólo a un partido en el poder, sino a la clase política en su conjunto.
Este peligro no está del todo conjurado y sería un retroceso en el largo y tortuoso camino que ha tenido que cruzar el país durante décadas.
Ese camino que hoy es un lodazal provocado por la mezquindad de todos los políticos, dejará un reguero de víctimas por las coces de la caballada azul que ha emprendido su carrera hacia ninguna parte.