Ayer se celebró el último Beers & Blogs del 2006. Como siempre hubo mucha gente, mucha conversación, muchas cervezas... pero ocurrió algo que me emocionó de una forma especial.
Me di cuenta de cuán generosa es la gente que asiste a estas reuniones informales (llevamos 16) y esto no tiene que ver forzosamente con que estemos en épocas navideñas. En el BB se han congregado personas extraordinarias de las que aprendo, con las que me divierto y de las que me siento orgulloso de haberme convertido en su amigo o en algo más que un simple conocido, que ya es bastante.
De Blogs. La Conversación se dijo mucho y muy bueno, pero también hubo señalamientos críticos que relativicé en su día sobre la llevada y traida endogamia blogosférica.
No me lo creí entonces y ayer acabé de despejar cualquier posible duda que hubiera podido albergar.
Quizás exagero, pero ver la manera en que Pedro estuvo hablando con todos, preguntando y recibiendo respuestas, aprendiendo y enseñando, sonriendo... Ha hecho que este tipo de reuniones cobre un sentido más profundo, más humano aún, comprometido sin habérselo propuesto.
Ya se dijo en Evento Blog España que debíamos pasar a otro momento de la blogósfera, en el que se percibiera el impacto de las bitácoras en la vida de miles de personas con las que nos cruzamos a diario.
Pues ayer el impactado fui yo.
2006 ha sido un año muy blog y 2007 promete serlo aún más, pero ver a Pedro hablando con José Antonio Gelado sobre lo que es un podcast, a Rosa J.C. hablándole con una sencillez y profundidad que desarma, a Olga recordándonos aquello que sigue importando pero que olvidamos con facilidad... Para mí ha sido una manera sencilla y natural, sin alevosía ni plan de impactar mis pensamientos, mi corazón y -ahora mismo- mi palabra.
Gracias...
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