Siempre sucede en una tragedia de estas dimensiones que la comunicación (o la falta de ésta) supone un tema complejo y polémico.
Por norma, las comparecencias públicas sin preguntas no son aceptables.
Los únicos momentos en los que pueden serlo es para proteger la intimidad de afectados o cuando se está haciendo una investigación bajo secreto de sumario.
Ayer Magdalena Alvarez, Ministra de Fomento, atendió a los medios prácticamente a pie del accidente y por la tarde Spanair convocó a una rueda de prensa. En el primer caso no se admitieron preguntas y en el segundo no se dieron muchas respuestas a los cuestionamientos de los periodistas.
Hay que recordar que en un momento de crisis lo primero son las víctimas y sus familiares. En este sentido dar información sobre las primeras sin informar antes a los segundos es lo peor que se puede hacer.
En el 11M hubo casos terribles en que los familiares se enteraban de sus muertos por los altavoces. Algo se ha aprendido de aquello.
El vacío informativo es ocupado por versiones no oficiales que lo único que hacen es alimentar la angustia de los familiares. ¿Estará mi esposo, hermana, hijo, amiga entre los heridos/muertos?
Quizás los medios deberían hacer una autocrítica en torno a difundir esta información... no todo se vale cuando se quiere ser el primero o ganar un punto más de share.
Mi más sentido pésame para los familiares.
Las víctimas, RIP.
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