Evito hablar sobre mi vida personal en este blog, pero hoy tengo tanta rabia que tengo que hacer una excepción.
Ayer, alguien entró en mi casa para robar. El o los ladrones se llevaron cosas de gran valor, desorganizaron todo y rompieron la puerta de la vivienda. Fue un gran susto y un enorme disgusto, sobre todo porque se trataba de la segunda ocasión en que esto sucedía. La vez pasada fue hace algo más de un año. Había tomado algunas precauciones, pero fue evidente que no fueron suficientes.
Creo que todos los ciudadanos debemos colaborar con la justicia, así que realicé todo el procedimiento administrativo con la policía. Sin embargo, cuando pregunté al burócrata de turno si podría enterarme de alguna manera sobre la captura de ladrones con el fin de ver si había alguna oportunidad de recuperar mis pertenencias, su respuesta me decepcionó:
"Puedes enterarte a través de los medios de comunicación, pero es muy difícil que recuperes tus cosas. Los ladrones borran los números de serie de los electrodomésticos para que no se pueda demostrar que son robados. Con tu denuncia y la de más personas lo que más se puede conseguir es que los jefes pongan más efectivos en la zona en la que vives. Así se logrará un efecto disuasorio".
...Pero no se podrán evitar los delitos, pensé yo.
Siempre he vivido en grandes ciudades (soy de México, D.F.), pero la sensación de inseguridad e impotencia que tengo ahora no la había sufrido nunca.
Para colmo, hoy por la mañana hubo otro problema (no sé si robo) en un negocio justo enfrente del edificio donde vivo. Nos cruzamos con la policía cuando íbamos saliendo rumbo a la comisaría y en ésta nos preguntaron si veníamos a denunciar el incidente que acababa de suceder en la misma calle.
Es evidente que cuando los ladrones saben que la policía sólo llega después de que se ha cometido un atraco, sienten mayor confianza para llevar a cabo sus delitos.
No es posible esperar que los policías eviten atracos, pero si ni siquiera hay efectivos en la calle es evidente que no se puede aspirar a prevenirlos o a "disuadir" a los maleantes.
Entre helicópteros que se caen y la impunidad de los delitos que se cometen todos los días e,incluso, en las mismas zonas, Madrid se está poniendo invivible.
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