Relaciones Públicas: La renuncia (mediática) de Gallardón

Alberto Ruíz Gallardón es uno de los mejores comunicadores con los que contaba el Partido Popular, y su ¿último? acto político ha sido sin duda una lección magistral de cómo conjuntar puesta en escena y contenido.

La renuncia de Gallardón pudo haberse dado de muchas maneras, pero se escogió el Ministerio de Justicia para dar a su decisión un tono solemne, de Estado e, incluso me atrevería a decir, histórico, teniendo como fondo el escudo del Reino de España.

Esa imagen suya hablando "distendidamente" de su decisión de abandonar la política, dirigiéndose a una audiencia de decenas de periodistas y de sus colaboradores, se ha convertido por derecho propio en uno de los hitos informativos gráficos del año.

Asimismo, su discurso lleno de agradecimientos, con apenas nostalgia y sin trazas claras de resentimiento hacia nadie, debería ser considerado como una pieza de estudio en los cursos de formación de portavoces que se puedan dar tanto para políticos como para portavoces del ámbito corporativo.

Alberto Ruíz Gallardón ha dado fin a 30 años en política y se ha marchado por la puerta principal.

Pueden gustar más o menos sus políticas, sus decisiones y su ideología, pero desde un punto de vista de la comunicación, ha dado una auténtica lección.

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