El nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, lanza una estrategia mediática en la que utiliza como plataformas programas de televisión populares.
Las reacciones no se han hecho esperar, y las hay a favor y en contra.
Mi análisis desde un punto de vista de relaciones públicas:
- Las encuestas de intención de voto no han recogido el efecto que una renovada dirigencia en el PSOE encabezada por Sánchez podrían haber tenido a favor del partido socialista.
- El manejo mediático y en redes sociales de Podemos aparentemente está favoreciendo a la formación de Pablo Iglesias en la captación de la simpatía de quienes se declaran de izquierdas.
- Los mensajes de mejoría económica que se han venido lanzando desde el gobierno popular están calando entre los votantes desencantados del PP
- La discusión del independentismo catalán están sirviendo como una "cortina de humo" para ocupar espacio en los medios frente a las reclamaciones que sigue habiendo en la calle.
Ante esta situación, la necesidad de Sánchez en significarse le ha llevado a tomar una decisión audaz que si bien ha roto el "cerco informativo" en el que se encontraba, también ha recibido críticas por la "superficialidad" de los programas escogidos y por la forma de su participación (una llamada telefónica en directo a Jorge Javier Vázquez, presentador de "Sálvame").
El problema de Sánchez es que debe encontrar un nuevo perfil mediático para el PSOE, pero su ejecutiva tiene que ser consciente de ello para tomar una decisión de fondo que cuide el contenido y la forma.
Si bien siguen siendo el segundo partido en España, su trayectoria perdedora en los últimos años los ha dejado en una posición defensiva y necesitan volver a liderarla.
¿Qué le recomendarías al PSOE para mejorar su comunicación de cara a la población española?
¿Realmente crees que la atención es igual a credibilidad y que todo vale por la audiencia?
¿Realmente crees que la atención es igual a credibilidad y que todo vale por la audiencia?
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