1. No informar de ningún acto ni publicar manifestaciones realizadas sin posibilidad de preguntas y acceso abierto de los periodistas a la información.
2. Publicar siempre las condiciones en las que se realizan los actos oficiales, con qué presupuesto y quién paga y organiza, quiénes son los asistentes y con qué finalidad se celebran.
3. Exigir la entrega de todos los documentos, estudios o pruebas a las que se aluda y ponerlas a disposición del público.
4. Hacer constar siempre la disponibilidad de los comparecientes para aceptar preguntas. Especificar si alguna relevante no ha sido respondida.
5. Reducir drásticamente los entrecomillados y declaraciones de los políticos, especialmente en los titulares y entradillas.
6. Informar más de qué se hace y menos de qué se dice. Sostener el seguimiento y la evolución de las promesas, proyectos y otros futuribles de los cargos públicos.
Yo añadiría:
-Publicar los presupuestos destinados a distintos medios de comunicación para información institucional
-Publicar la preguntas realizadas y no contestadas.
Se trata de no caer en el juego de la manipulación, de las puñaladas traperas y de volver a servir a la sociedad como uno de los poderes que la representan, la informan y protegen el interés ciudadano.
Tags: PR, RRPP, Public Relations, Relaciones Públicas, Comunicación Corporativa, Corporate Communications
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