Normalmente este blog se centra en reflexionar sobre temas de relaciones públicas, periodismo, internet y eventos que organizo o en los que participo.
Pero no deja de ser un blog personal, aunque rara vez lo haya utilizado para tocar un tema de este ámbito.
Esta vez quiero escribir un post abierto a mis hermanos: Héctor y Mirtea, quienes cumplieron años hace pocos días.
Hermanos...
Sé que ustedes saben que soy pésimo para recordar fechas, que más de una vez me han tenido que llamar para recordarme el cumpleaños de mamá y que incluso me recuerdan días después de tal o cual onomástico.
En realidad, no sé a qué se debe esta memoria de teflón para estas fechas.
Si bien es cierto que somos muy distintos en varios aspectos, saben que yo los quiero y que me pongo contento con las cosas buenas que les pasan y que sufro con aquellas que no les hacen bien.
Más allá de que son mi familia (junto con nuestra amada madre), son dos seres humanos a quienes admiro y a quienes respeto profundamente.
Creo que es bastante común que entre hermanos no se digan ciertas cosas (o por lo menos esa es nuestra experiencia), por eso creo que este blog es un buen lugar para dejar constancia de lo que siento y pienso por y sobre ustedes.
Tita: Eres una fantástica madre quien ha encontrado que el sacrificio personal por los hijos es algo más valioso e importante que cualquier posesión material. Afrontas esta tarea con una valentía y un orgullo que no conocía en ti.
Asimismo, deseo que, poco a poco, vayas recuperando tu propio espacio, porque es necesario para el desarrollo individual de toda persona.
Héctor: Gracias por estar ahí siempre que se te necesita. Todos los días te recuerdo, porque desde que me dieron aquella paliza tengo un par de dientes magullados. Cómo me acuerdo cuando llegaste y me defendiste como sólo se hace entre hermanos.
A ti te ha tocado estar más cerca de mamá y eso es algo que también te agradezco muchísimo.
No me queda más que desearles a ambos mucha suerte para el futuro y que consigamos de alguna manera mantenernos unidos a pesar de la distancia y de las naturales diferencias que implica ser individuos con circunstancias distintas, momentos vitales sin paralelo y visiones personalísimas.
¡¡Feliz cumpleaños atrasado y que celebremos muchos más!!
Los respeto y los admiro mucho y los quiero más.
Octavio