Hotel Rwanda, imperdible
Ver esta película es como recibir no uno, sino varios puñetazos en la boca del estómago. Pero uno no puede dejar de verla, incluso a través de las lágrimas.
Hotel Rwanda (2004).
Maravilloso e increíble saber que Paul Rusesabagina (en la foto), la persona en cuya historia se basa la película, pueda aún sonreír después de lo que presenció.
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