Una de las dificultades a las que nos enfrentamos los profesionales de las relaciones públicas es que nos toca hacer un poco de todo:
- Buscar el prospect
- Preparar la propuesta
- Implementar las acciones
- Dar seguimiento a resultados
- Ajustar la estrategia y las tácticas... y vuelta a empezar
Por esta situación, carecemos de la "magia" que tenían los "creativos publicitarios" (algunos piensan que aún la poseen).
El cliente (el mal cliente) nos ve como ejecutores y si es un (pésimo) cliente, su percepción es que somos poco más que unos secretarios, que hace lo que él/ella no puede, cuando en realidad somos mucho más.
Las tornas cambian cuando hay un problema y entramos en contacto con el jefe del cliente y hacemos un buen trabajo. Pasamos a ser asesores y, en algún caso, los héroes del día.
El (mal) cliente hará tripas corazón y no se dará por aludido, pero el buen cliente aceptará que somos sus aliados y dará a los profesionales de las relaciones públicas el sitio que nos merecemos. A su lado.
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1 comentario:
Totalmente de acuerdo con el articulo. Estuve mirando el sitio web, interesante.
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