La noticia sobre la supervisión "en tiempo real" de la elaboración de los telediarios en RTVE es una mala noticia para la sociedad, pero también para los profesionales de las relaciones públicas.
Para la sociedad, porque abre una puerta a la censura previa a los contenidos de RTVE que habían recuperado su credibilidad con mucho esfuerzo después de una bochornosa etapa que tuvo su punto culminante con Urdaci diciendo "C-C-O-O", en lugar de Comisiones Obreras.
Para los profesionales de las relaciones públicas, porque no podremos explicar a los periodistas el valor de las informaciones que les remitimos, sino que ahora dependerá de alguien a quien no podremos acceder tener la última palabra sobre lo que se le da cobertura.
Con esta nueva situación, los poderes políticos podrán establecer su agenda mediática y el pasado reciente indica que no siempre acompaña (y algunas veces contraviene) a la de la sociedad española.
Actualización 19.51 horas: El Consejo de RTVE dará marcha atrás en su decisión de supervisar la elaboración de los telediarios
Parece que se han dado cuenta del error y han rectificado rápidamente.
Veremos si no resucitan las propuesta más adelante.
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