sábado, abril 21, 2007

Relaciones Públicas: El affair Micropersuasion

Steve Rubel, compañero en Edelman, ha aprendido de una manera dolorosa lo que significa ser una celebridad.

Hace unos días escribió en Twitter que su suscripción a PC Magazine se iba a la basura. La respuesta de la revista (en su versión americana) fue de indignación y se abrió el debate si tenía sentido atender la información proveniente de Edelman si uno de sus directivos no la consideraba relevante.

En los días posteriores a su Twitter Steve tuvo que matizarlo e indicar que se trataba de un comentario fuera de contexto, ya que estaba suscrito a la revista a través de RSS y además la había citado en varias ocasiones.

La reflexión que hay que hacer sobre Twitter es la misma que para los blogs y cualquier contenido susceptible de hacerse público:
- No escribas nada que no quieras ver publicado
- No escribas si estás enfadado
- No escribas si no estás seguro de tus contenidos
- No escribas si tus contenidos pueden ser malinterpretados
- Si te equivocas, reconócelo
- Ten una piel dura

Creo que Rubel ha hecho todo esto (algo que lo honra), aunque con toda seguridad hubiera preferido no haber escrito ese Twitter.
Mi reflexión final puede resumirse en una frase: "Sé consciente de tus contenidos, siempre".

Nuestra reputación digital se compone de todo lo que compartimos a través de internet y todo lo que otras personas escriben sobre nosotros. Y no se va de vacaciones. Está permanentemente con nosotros, desde el momento en el que lo subes hasta que el caché de Google diga otra cosa.

Quizás algunos lo consideren una exageración. No lo es. Es terriblemente o fantásticamente cierto. Internet nos obliga a repensar temas como la privacidad y el derecho a la intimidad. Quizás sea algo que no nos guste, pero es un hecho que está ahí, por lo que ser consciente es el primer paso y tratar de gestionarlo a nuestro favor sería el siguiente para construir una reputación digital apegada a lo que realmente somos o a lo que queremos trasmitir de nosotros.

Por lo que respecta a Steve, estoy seguro que ha aprendido una lección, pero que seguirá siendo uno de los referentes en la blogosfera sobre cómo afectan las nuevas tecnologías a las RRPP y al marketing.

Si hubiera sido cualquier otra persona, aquel Twitter no hubiera tenido ninguna repercusión, pero tener tantos ojos sobre ti también tiene su contrapartida, no sé si incluso llamarla responsabilidad.

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