La preocupación generalizada de los blogueros en torno a la irrupción más o menos transparente de las empresas en las bitácoras deriva en la pregunta de si existe una ética blogosférica.
Defiendo la participación de las organizaciones (entre ellas las empresas) en los blogs, de una manera directa, transparente y ceñida a la legalidad. Fuera de este marco, cualquier mala actuación tendría que ser señalada y objetada -como afortunadamente sucede en la mayoría de los casos-, con los efectos negativos que esta situación provocaría en la imagen y confianza de quien la promoviera.
Pero al mismo tiempo los supuestos límites que se quieren imponer pueden resultar desde extremistas hasta totalmente ingenuos. La blogosfera no es un santuario de mentes proclaras en las que mentar al maldito dinero es un sacrilegio. Se trata únicamente de una porción de internet y, como tal, es un reflejo de la sociedad, en la que caben embusteros, vendidos, corruptos, pero también mentes brillantes, inteligentes y generosas.
Antes que hablar sobre una ética bloguera, habría que recordar que son individuos los que alimentan a diarios las bitácoras y que por cada uno existe una visión particular de lo que es bueno y malo. Dicho esto, quizás sería necio establecer una ética única, sino hablar de actuaciones concretas censurables, siendo éstas las mismas que están reguladas por la ley y quizás sería más correcto hablar de una "netiqueta bloguera".
Fuera del marco legal se podrían establecer una serie de parámetros de actuacion deseables, siendo éstos de libre cumplimiento -teniendo en cuenta que sería imposible exigir a ningún bloguero ceñirse a ellos-:
-Transparencia
-Actitud crítica para con su propio trabajo
-Apertura a las críticas de terceros
Antes de exigir objetividad y novedad a los blogs habría que pensar que las bitácoras no son medios de comunicación y no están obligadas a que sus contenidos reúnan esas características.
Por último, habría que señalar una característica esencial de la blogosfera: la autoregulación. Si la actitud crítica y constructiva de los blogueros ha servido para remover los cimientos de poderosas instituciones, también ha conseguido denunciar malas prácticas, destapar pufos y demostrar montajes, quitándole a sus autores los valores más preciados para cualquier bitácora: credibilidad, relevancia y atención.
Esta reflexión se realiza de cara a la realización de la mesa redonda "Etica y blog" que moderaré en Evento Blog España 2006.
¡Nos vemos en Sevilla!
Tags: Evento Blog España, Etica, Blogs.
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