domingo, diciembre 11, 2005


El Boicot a los productos catalanes desde una visión de las RRPP


Llenar el carro de la compra se ha convertido en un acto de verdadera reivindicación política. Cada vez más personas se fijan no sólo en el precio y las propiedades nutricionales de los alimentos, sino también en el origen de los productos para decidir qué llevar a sus casas.

Los mercados y centros comerciales se han convertido en verdaderos "campos de batalla" en los que la lucha por la preferencia de los consumidores es una extensión de los enfrentamientos ideológicos más ascendrados.

Los políticos y sus seguidores más entusiastas, -de cualquier bando, aquí no se libra nadie-, se aprovechan de esta situación y buscan formas de explotarla mediáticamente.

En España, el caso del boicot a los productos catalanes es el más evidente y el de mayor actualidad por la época del año en la que nos encontramos.

Sin embargo, no se trata de un caso nuevo, tan sólo hay que recordar que, no hace mucho, los republicanos norteamericanos lanzaron una cruzada contra todo lo que viniera de Francia por la oposición del gobierno de este país a la guerra de Irak. Incluso se lanzaron iniciativas para rebautizar un producto de gran consumo en EEUU como las "french fries" - patatas francesas-, y darle el nombre "freedom fries" - patatas de la libertad o libertarias.

En España, quizás el boicot al cava sea el que más atención ha conseguido -y el que más impacto económico está causando-, pero hay otros sectores que también están siendo blanco de estas cruzadas.

Sin ir más lejos, se ha elaborado un lista de "medicamentos más consumidos y alternativas no nacionalistas".

Tambien existe otra lista más amplia, aunque en ésta no se llame al boicot, sino que quienes la elaboraron explican que:
"...tras la aprobación del “estatut”, mientras al comprar los productos de la segunda columna, ese dinero se puede reinvertir en un hospital en Sevilla, un colegio en Valladolid, una carretera en Cantabria o un centro de acogida en Murcia, al comprar los de la primera columna, ese dinero se lo quedarán exclusivamente en Cataluña. Por lo tanto, nosotros le damos la información y usted elige".


Se han aprovechado distintas herramientas de relaciones públicas para promover el boicot que, a mi modo de ver, es pura propaganda política:
* Utilizando medios de comunicación, mediante artículos de opinión, reportajes, tertulias, entrevistas, etc.
* Promoviendo el envío de mensajes SMS convocando abiertamente el boicot.
* Lanzando páginas web con distintos contenidos "anti-nacionalistas".
* A través de campañas virales de correos electrónicos.
* Invitando a los consumidores a escribir cartas a las empresas catalanas o con sede en Cataluña para demostrar su descontento.

El objetivo de los promotores de este boicot es el de "socializar el descontento" y hacerlo "actionable", como dirían los americanos, es decir, demostrar que hay una forma de actuar y tangibilizarlo.

El problema de fondo de este tipo de campañas es que los que se llevan los primeros palos no son tanto los políticos como los productores, quienes ven perdidas sus rentas poniendo en aprietos su propia viabilidad en el futuro.

Por el "éxito" de estas campañas -por la presión que ejercen y la atención que consiguen-, no será de extrañar que éstas se repitan una y otra vez en el futuro.

También será previsible que se sigan utilizando herramientas de RRPP de una forma cada vez más sofisticada e intensa.

Javier Marías también analiza hoy este tema en El País Semanal.

Fotos: Diario de Navarra y Vegamediapress.

Actualización 3 pm: he quitado los links a las listas para no tomar parte en el boicot, aunque al principio los haya incluido con fines divulgativos. ¡Gracias, Javier!

Tags: PR, RRPP, Public Relations, Relaciones Públicas, boicot, Cataluña.

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